Estructuras espaciales
Sistema "Ortz"
Descripción general
El Sistema Estructural ORTZ para la construcción de mallas espaciales está constituido básicamente por dos tipos de elementos: nudos y barras.
El nudo es una pieza esférica dotada de una serie de orificios roscados según las direcciones de las barras que han de concurrir en el mismo. La disponibilidad en cuanto a las posibles direcciones de acceso de las barras es prácticamente total, quedando sólo limitada por el ángulo mínimo que deben mantener dos barras contiguas para evitar la interferencia entre ellas.
Las barras son de perfil tubular y llevan soldados en sus extremos sendos casquillos cónicos dotados de orificios axiales. Estos casquillos quedan atravesados por tornillos especialmente diseñados que presentan dos cuerpos roscados con sentidos inversos de rosca, separados por una superficie troncocónica que es la que, tras el ensamblaje asienta en la parte exterior de las esferas. Este doble sentido de rosca permite que con un sólo sentido de accionamiento sobre el tornillo, se consigan dos aprietes, el de la esfera con el tornillo y el de éste con la barra por medio de las tuercas alojadas en el cuerpo de mayor diámetro del tornillo. El objetivo principal de estas dos tuercas es el de servir para el accionamiento del tornillo mediante un sistema de bloqueo por efecto de tuerca y contratuerca. Pero además, en su posición final, este conjunto garantiza el mantenimiento del apriete evitando que se afloje la unión por eventuales vibraciones.
Todo este sistema permite la retracción del tornillo hacia el interior de la barra de modo que ésta pueda ensamblarse y desensamblarse sin modificar las posiciones relativas de las dos esferas que une, incluso cuando estas se encuentran en su posición definitiva. Esto proporciona una extraordinaria flexibilidad en el proceso de montaje de la malla y facilita la eventual reposición de cualquier barra dañada.
Uno de los objetivos impuestos a este diseño ha sido la obtención de un sistema con una rigidez axial elevada, de modo que las discontinuidades de comportamiento que inevitablemente introduce toda unión atornillada, quedarán reducidas a los valores mínimos obtenibles. Esto se ha conseguido gracias al diseño especial del tornillo y al empleo de una esfera monopieza sólida.
Otro de los objetivos conseguidos ha sido un comportamiento muy parecido en tracción y compresión, presentando una buena proporcionalidad entre cargas y deformaciones dentro de la carga de trabajo. Esto permite realzar los cálculos estructurales dentro del campo elástico lineal, manteniendo una alta fiabilidad de los resultados obtenidos.